Hablar sobre la menstruación en la escuela, la casa o en público sigue siendo un tabú en Guatemala. La educación menstrual es fundamental para reducir la desinformación, romper mitos y normalizar las conversaciones sobre el tema, para que las niñas, adolescentes y mujeres puedan vivir esta etapa bajo las condiciones adecuadas y con un mejor entendimiento de este proceso natural del cuerpo. En este contexto, Good Neighbors Guatemala busca hacer conciencia de la necesidad de promover diálogos y la educación sobre la menstruación y la higiene femenina durante el periodo, tomando en consideración que el país carece de una política pública para proteger y defender a la comunidad menstruante.
La falta de información ha llevado a que muchas niñas no asistan a la escuela por miedo o vergüenza. A esto se suma la escasez del agua, la carencia de baños en condiciones adecuadas y la falta de acceso a productos de higiene menstrual. Según datos del Banco Mundial, dos de cada cinco niñas en edad de menstruar pierden un promedio de cinco días escolares al mes por no tener las instalaciones necesarias en las escuelas.
Marta Muj, miembro de la Junta Directiva de la comunidad de Patzicía, Chimaltenango, confirma esta problemática que ha llevado a muchas niñas a esconderse en su casa, llorar o no querer regresar a estudiar. “En nuestra comunidad sigue siendo tabú, lo que ha provocado que las niñas no puedan vivir en plenitud y se vean limitadas en muchos ámbitos de su vida”, comentó.
“En el área rural es una situación que se agrava más por las condiciones en las que se encuentran las escuelas, así como el temor o inseguridad de los padres de hablar con sus hijas sobre su ciclo e higiene menstrual. Es necesario cambiar estos paradigmas sociales para promover también el autocuidado”, mencionó Ms. HyeJung Park, directora de país de Good Neighbors Guatemala.
Mitos de la menstruación
Alrededor de la menstruación, se han creado mitos como que las mujeres durante su periodo no deben cocinar, acercarse a los bebés o al ganado porque “se pueden propagar enfermedades”. Doña Arcadia Chávez, líder de la comunidad de Santa Lucía Utatlán, Sololá, señala que ha escuchado otros como que no se debe de bañar, comer frijol negro, aguacate o tener que permanecer en cama los días que dure el periodo, entre otros.
Según datos de una encuesta internacional de Plan International, uno de cada tres adolescentes y jóvenes hombres cree que la menstruación debe mantenerse en secreto. Esto evidencia la importancia de la educación en este tema para normalizarlo en hombres y mujeres, y así eliminar los mitos que afectan la vida plena de ellas.
Doña Arcadia ha sido promotora de la educación menstrual durante sus más 35 años de docencia. Propició la conversación en sus aulas para educar a las niñas y niños sobre el tema. Hoy busca también llevar el diálogo a las comunidades para que los padres puedan tener más información y con esto, ayudar a que las niñas vivan esta etapa sin miedos. “Es necesario recordar que la menstruación es salud”, enfatizó.
La higiene menstrual, un derecho humano
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), la higiene menstrual es un derecho humano que se relaciona con la igualdad de género, la dignidad, con tener agua y saneamiento, así como educación e información. “Las niñas y mujeres deben poder llevar a cabo su vida normal durante su periodo, contar con los insumos necesarios y manejar su menstruación con naturalidad y dignidad. Todas nos debemos sentir con la confianza de hablar sobre lo que se siente y se vive durante el periodo menstrual, hacer preguntas sin miedo o juicios negativos”, agregó Ms. Park.
Tener acceso a los insumos adecuados evitará que niñas y mujeres utilicen artículos insalubres de higiene menstrual, como trapos viejos, toallas, e incluso hojas o papel de sus textos escolares, lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones.
Good Neighbors busca empoderamiento de las niñas
Este año, Good Neighbors Guatemala ha incluido dentro de su plan de acción empoderar a las niñas a llevar un control sobre su menstruación de manera segura, higiénica, con confianza. Así también, enseñarles a cómo elaborar sus propios insumos de higiene menstrual, como por ejemplo, toallas sanitarias de tela, jabón íntimo y bolsas para aliviar cólicos menstruales. Además, desarrollar talleres y charlas dirigidas a padres de familia y líderes comunitarios para que sean pilares y guías de las niñas durante el inicio de su ciclo menstrual. Este proyecto se implementará en las comunidades de Santa María Visitación, Sololá; La Fragua, Zacapa y San Antonio, San Marcos.
“En Good Neighbors estamos comprometidos con asegurar el bienestar y el respeto de los derechos de la niñez y de los jóvenes, es por eso que gestionamos recursos y coordinamos acciones con otros actores y socios para contribuir en garantizar la dignidad, seguridad y protección de poblaciones vulnerables”, indicó Ms. Park.
Con la implementación de estos proyectos, Good Neighbors busca promover las condiciones y cambios necesarios para una gestión menstrual digna y segura, a través de la creación de un entorno de aprendizaje donde las mujeres y las niñas tengan el conocimiento, la confianza y las habilidades que necesitan para progresar.