Diez hábitos saludables que debes empezar a hacer en el trabajo

Una gran parte de nuestra vida la pasamos en el lugar de trabajo, y con el tiempo, los hábitos que desarrollamos aquí pueden comenzar a influir en nuestra salud a largo plazo. Por ello, es esencial establecer buenas prácticas que no solo mejoren nuestra salud, sino que también sean un impulso clave para la productividad. Aquí exploramos diez hábitos positivos que puedes comenzar a hacer en la oficina, discutidos en términos de salud física y mental.

  1. Mantener una postura adecuada

Si tienes un trabajo sedentario, las posiciones de sentado menos que ideales y las horas prolongadas en tu silla pueden causar problemas de salud a largo plazo. Las malas posturas al sentarse pueden ser causadas por sentarse demasiado alto, demasiado bajo o tener la pantalla a una distancia no ideal de ti. Como tal, comprar una silla ergonómica cómoda, obtener el equipo adecuado y posicionarte a una buena distancia de tu computadora son los primeros pasos para mantener una postura saludable. Acer, por ejemplo, ha producido algunas pautas sólidas sobre cómo mantener una postura adecuada frente a la computadora.

  • Priorizar el cuidado de los ojos

Muchos trabajos hoy en día requieren que los trabajadores pasen una cantidad significativa de tiempo frente a pantallas. El tiempo prolongado frente a la pantalla puede causar no solo tensión y molestias en los ojos, sino también migrañas ocasionales severas y, en casos extremos, incluso puede llevar a la miopía temporal. Es vital tomar un descanso de la pantalla cada 20 minutos, incluso por una duración corta de 20 segundos, puede ayudar a prevenir la tensión ocular. Durante este descanso, es ideal mirar lejos de la pantalla y enfocarse en un objeto a al menos 20 pies de distancia

  • Limitar la ingesta de cafeína

En todo el mundo, muchos confían en un café matutino para comenzar su día. Sin embargo, el estrés laboral podría tentar a las personas a consumir cantidades excesivas de café, una condición conocida como ‘cafeinismo’, que puede llevar a la ansiedad inducida por la cafeína o trastornos del sueño. Por tentador que sea, es prudente limitar las visitas a la máquina de café, un recordatorio que es particularmente importante si el café en tu lugar de trabajo es gratis.

  • Mantenerse hidratado

Dado el enfoque predominante en la cafeína en la cultura de oficina, la importancia de hidratarse con agua a menudo puede pasarse por alto. No solo beber agua es una opción simple y saludable, sino que también puede aumentar en gran medida tu circulación sanguínea en un día con horarios intensos. El agua puede enfriarte cuando estás emocionalmente estresado y también lubricar tus articulaciones potencialmente doloridas después de un día entero de trabajo.

  • Practicar una alimentación consciente

Estrechamente relacionado con la sobredosis de cafeína, también está la preocupación por el consumo excesivo de bocadillos en el trabajo. Para algunas personas, comer bocadillos (particularmente los dulces) es un mecanismo de afrontamiento para el estrés, pero un hábito a largo plazo de hacerlo podría llevar a una acumulación innecesaria de azúcar en el cuerpo, lo que lleva a enfermedades como el cáncer. Por el contrario, optar por los bocadillos adecuados en el trabajo, particularmente aquellos ricos en carbohidratos complejos, proteínas, grasas saludables y nutrientes esenciales, puede mejorar significativamente la productividad al proporcionar energía sostenida, estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la función cognitiva.

  • Incorporar ejercicios de oficina y caminatas

Las largas horas de concentrarse en lo mismo pueden generar estrés fácilmente, particularmente si estás constantemente en la computadora. Si el tiempo lo permite, hay múltiples beneficios de dar un paseo durante el trabajo, no solo aumenta tu salud física y mental, sino que la investigación también sugiere que dar un paseo puede estimular al cerebro a ser más creativo y productivo.

  • Siestas cortas

Si está permitido en tu lugar de trabajo, considera tomar algunas siestas cortas de 10 a 30 minutos. Las siestas cortas no solo pueden rejuvenecerte temporalmente (en caso de que no hayas dormido lo suficiente la noche anterior) sino también conducir a un mejor rendimiento laboral después de tu siesta

  • Estiramiento

Cuando el tiempo es escaso, incluso simples estiramientos pueden elevar tu energía. La importancia del estiramiento es que previene que tus músculos se acorten y se tensen, lo que, a largo plazo, puede ayudar a prevenir distensiones, dolor articular e incluso daño muscular. Es aconsejable incorporar una variedad de estiramientos dirigidos a diferentes grupos musculares y mantener cada estiramiento durante al menos 30 segundos para obtener los máximos beneficios.

  • Meditación y práctica de ejercicios de respiración

La vida laboral puede ser enormemente estresante, por lo que puede ser beneficioso intentar ejercicios de meditación durante el tiempo de descanso. La meditación no necesariamente implica sentarse con las piernas cruzadas y los ojos completamente cerrados; puedes meditar en cualquier momento en que no estés haciendo algo intensamente, como cuando das un paseo durante el almuerzo o disfrutas de tu pausa para el café.

  1. Construyendo conexiones sociales y un espacio de trabajo de apoyo

Por último, dado que la mayoría de las personas pasan una cantidad considerable de años trabajando a lo largo de su vida, es importante crear una cultura laboral donde socializar sea la norma. Si bien es agradable organizar y asistir a cenas o fiestas, un lugar de trabajo de apoyo no tiene que basarse en eventos grandiosos. A veces, un chequeo diario con tus colegas, un gesto amable para preguntar sobre el bienestar de cada uno podría ayudar a construir un lugar de trabajo alentador y mentalmente saludable.

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